Si hay una pesadilla fuertemente arraigada en los profesionales que se dedican a la poda de árboles en Bizkaia, ​esta es la procesionaria, científicamente conocida como Thaumetopoea Pityocampa. Es una pesadilla, por muchos motivos. No solo por ser considerada una plaga que afecta a los pinos, sino por ser dañina para los humanos.

En efecto, la oruga de esta especie despide un elemento químico, a través de sus pinchos repartidos por todo el cuerpo, que produce irritación en los humanos. Y, a decir verdad, muchos perros incautos, que lo han tomado como alimento, acaban en el veterinario y debatiéndose entre la vida y la muerte por haber ingerido uno de estos gusanos, que, como su nombre indica, avanza en procesión, en una fila india, por el suelo. Son tan inteligentes que avanzan en procesión para proteger su cabeza (el único órgano donde no tienen pinchos) con el trasero del que precede. De esta forma, ningún ave puede comérselos.

Los profesionales en la poda de árboles en Bizkaia advierten de que estos gusanos pueden ser muy perjudiciales para los humanos y, sobre todo, para los niños, en patios y zonas de recreo sobre los cuales pueden estar suspendidos los nidos de estas orugas. Por eso, se procede siempre a cortar los nidos (antes, se les disparaba con una escopeta), aglutinarlos todos en una superficie de metal y quemarlos para que no se reproduzcan.

Nunca se deben quemar en el suelo, ya que los gusanos son tan listos que pueden meterse por la turba para salvar su vida. Y son altamente prolíficos, con lo que tendríamos el problema de nuevo. Además, deforestan los pinos y los van consumiendo poco a poco. 

Si alguna vez paseas y ves un nido que podría parecer de un ave, pero que está envuelto en una especie de telaraña, llama a Arbotek y te diremos si se trata de la temida procesionaria.