Seguramente que, como ciudadano, algunas veces habrás presenciado la poda de árboles en Bizkaia o en tu municipio. Esta poda la realizamos profesionales de la jardinería urbana que no dejan nada al azar, sino que tiene una casuística y características bien definidas. En este post te las explicamos.

La ​poda de árboles en Bizkaia​ tiene un fin mucho más allá de lo estético: sirve para que los árboles, que han sido trasplantados de su medio natural a otro totalmente ajeno a su entorno, crezcan con todo su potencial. Esta poda no sería necesaria en su medio natural (¿alguien se imagina a uno de nuestros hombres podando un bosque salvaje?), pero sí en el casco urbano y en jardines privados, por dos tipos de restricciones: la restricción aérea y la restricción radicular.

La restricción aérea viene dada por los edificios y elementos urbanos (como las farolas) que limitan el correcto desarrollo del árbol. La restricción radicular viene dada por las limitaciones de los alcorques donde van plantados, las imperfecciones, irregularidades y mala calidad del suelo. La poda es un elemento de reequilibrio del árbol para que este pueda desarrollarse dentro de estas limitaciones.

La poda debe hacerse en una época determinada del año, con unos instrumentos adecuados (y siempre afilados) y con cortes que no superen los 7 centímetros de diámetro para evitar una mala cicatrización. La poda de mantenimiento, que así se llama la que se realiza en entornos urbanos, puede ser para podar ramas muertas o rotas, para eliminar chupones o renuevos o para suprimir ramas estructurales mal dispuestas que perjudican su crecimiento. También existe la "poda de aclareo", cuya misión es despejar árboles muy frondosos para que penetre la luz solar en sus ramas interiores.

Como acabas de ver, la poda no es una cosa de bobos, por eso las autoridades públicas y clientes con jardín privado acuden a nosotros en Arbotek.